Endocrinos destacan la importancia de detectar la diabetes tipo 1 en fase presintomática para evitar complicaciones
Inciden en la implementación de programas de cribado en familiares de primer grado entre los 2 y los 45 años

La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), la Sociedad Española de Diabetes (SED) y la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica (SEEP) han hecho hincapié en la importancia de detectar la diabetes tipo 1 antes del debut clínico, esto es, previo a los síntomas, para evitar y reducir complicaciones, como la cetoacidosis diabética.
Así lo señalan en el documento `Cribado, estadificación y seguimiento de la diabetes tipo 1 en estadios preclínicos: Consenso de las sociedades científicas SED, SEEN y SEEP`, en el que recogen una serie de recomendaciones para estandarizar el control de las fases presintomáticas de la enfermedad a nivel nacional.
En España, se diagnostican alrededor de 20,5 nuevos casos de diabetes tipo 1 por cada 100.000 habitantes cada año. La mayoría de los nuevos casos se diagnostican en la infancia (4-7 años) y en la adolescencia (10-14 años). Aunque la edad media de diagnóstico es 32 años, más de la mitad de los nuevos casos en el mundo se producen en la edad adulta.
"La estandarización del manejo de las personas antes del debut clínico facilitaría y ayudaría a homogeneizar el proceso a seguir en todo el país, lo que mejoraría la salud de los pacientes y beneficiaría también el pronóstico de la diabetes tipo 1", ha destacado el endocrinólogo y miembro del Área de Diabetes de la SEEN Ignacio Conget.
El documento hace hincapié en implementar programas de cribado en familiares de primer grado (hijos, padres y hermanos) entre los dos y los 45 años. Con ello, se pretenden evitar diagnósticos tardíos que deriven en complicaciones graves como la cetoacidosis diabética, más frecuente en niños, que conlleva riesgo de edema cerebral, déficits cognitivos e incluso la muerte.
El miembro de la Junta Directiva de la SED Luis Castaño, pediatra endocrinólogo en el Hospital Universitario Cruces en el País Vasco, ha explicado que, en la actualidad, en España, alrededor del 40 por ciento de las personas con diabetes tipo 1 presenta cetoacidosis diabética, que requiere hospitalización en cuidados intensivos.
Asimismo, algunos estudios de seguimiento de personas con diabetes muestran que las personas con cetoacidosis presentan una evolución peor de la enfermedad y pueden presentar más complicaciones crónicas.
ABORDAJE PRECOZ Y EDUCACIÓN DIABETOLÓGICA
Por ello, las tres sociedades científicas han coincidido en la importancia de detectar la diabetes en un estadio preclínico, a fin de poder iniciar un abordaje precoz y personalizado, promover la educación en salud y considerar intervenciones terapéuticas que pueden retrasar la progresión de la enfermedad hacia la fase sintomática.
"Se debe estudiar a los niños antes del primer pico de incidencia, a los cuatro años, y para que esta detección precoz sea efectiva debe ir acompañada de un programa estructurado de formación y seguimiento que ofrezca el acompañamiento necesario en todo el proceso", ha detallado el endocrinólogo pediátrico y vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica (SEEP) Jacobo Pérez Sánchez.
Además, el documento de consenso reitera las ventajas de la detección precoz al apuntar que los avances en el conocimiento de la diabetes tipo 1 ponen de manifiesto que el diagnóstico clínico, caracterizado por hiperglucemia, está precedido por meses e incluso años de una fase presintomática de la enfermedad, donde se pueden implementar estrategias preventivas.
Asimismo, el doctor Castaño ha resaltado que la detección temprana favorece también la educación diabetológica necesaria para el autocontrol de la enfermedad que todas las personas con diabetes requieren cuando empiezan la insulinización terapéutica, antes de que sea imprescindible su tratamiento.
"La detección precoz contribuye a que no sea necesaria la hospitalización en el debut clínico, ya que la media de días de hospitalización de un niño o adolescente es entre siete u ocho días y puede reducirse a cero en el caso del cribado de la enfermedad", ha puntualizado el especialista.
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