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Nacional 27-07-2025 11:45

Educadoras infantiles emigran a Alemania por la "desesperante" situación en España: "Aquí de verdad te sientes valorada"

Se plantearían volver si mejora la situación de la educación y el sueldo fuera "digno": "No pido ni el mismo salario que en Alemania"

MADRID, 27 (EUROPA PRESS)

Estefanía, Gemma, Gloria o Paloma son algunas de las muchas educadoras infantiles españolas que han tenido que emigrar a Alemania ante la "complicada" y "desesperante" situación en España para ejercer su profesión.

"Es otro mundo, el sueldo no tiene nada que ver con el de España y aquí de verdad te sientes valorada, estoy muy agradecida", señala a Europa Press Estefanía Quiza, de 28 años y nacida en La Coruña, que lleva residiendo en Alemania seis meses y actualmente se encuentra trabajando como educadora infantil en un centro público en un pueblo de Frankfurt, donde ha sido "una más desde el minuto uno".

Las educadoras explican que en España es "muy complicado" obtener un trabajo en escuelas infantiles privadas ya que, entre otros motivos, "hay muy pocas plazas" y, para acceder a un centro público, tienen que superar una oposición al terminar sus estudios, por lo que muchas terminan trabajando como monitoras o en otros puestos que no están relacionados con su formación.

Asimismo, se muestran muy "desencantadas" con la enseñanza que se imparte en España y lo definen como "pedagogías anticuadas que no benefician al niño", con métodos en los que el alumno "rellena fichas", mientras que en Alemania, por ejemplo, se usan metodologías más aptas para los niños que "implican el aprender mientras juegas y no existen las fichas".

Otro factor que destacan negativamente son las altas ratios que hay de alumnos en las escuelas infantiles españolas, con "muchos niños en un mismo espacio y pocos educadores para atenderlos de manera adecuada". Sin embargo, aseguran que en Alemania por 20 niños hay un mínimo de tres educadoras.

Las cuatro educadoras han conseguido realizar su cambio de vida gracias a la ayuda de HELMECA, una empresa alemana con delegaciones en España dedicada a la selección y contratación de personal educativo para escuelas infantiles en Alemania que ha conseguido que, desde 2012, más de 1.000 educadores infantiles españoles estén trabajando en más de 300 escuelas a través de sus proyectos de integración laboral.

Estefanía considera que, desde hace unos años, las educadoras infantiles están "pasando por una situación un tanto complicada" en España, ya que cuando terminan la carrera y desean trabajar tienen que pasar el proceso de oposiciones si no consiguen o no quieren trabajar en una escuela privada.

Antes de irse a Alemania, estuvo trabajando durante dos años en una joyería y también se dedicó a prepararse las oposiciones "para finalmente no conseguir nada". La joven sentía "mucha frustración" y, por ello, decidió sacarse un curso de religión que requieren muchas escuelas privadas para poder trabajar pero no consiguió tener ninguna entrevista: "Volvemos al punto de la frustración".

Aunque estaba "muy contenta" en su trabajo en la joyería no era lo que le "llenaba", ya que había dedicado mucho esfuerzo durante muchos años de su vida "con un ciclo de Educación Infantil, la carrera y cursos" para al final no poder trabajar de aquello que siempre quiso hacer.

La maestra valora que en el país germano se centran "mucho más en el niño de manera individual, en su desarrollo integral, incluyendo todas sus habilidades y competencias tanto cognitivas como motoras", mientras que en España, aunque "también se hacen", muchas veces siguen "proyectos un poco más globales".

La joven está "muy contenta" en Alemania y no tiene planes de volver a España "más que de vacaciones y para ver a su familia y amigos". "Sí que es verdad que si en unos años mejora la situación de la educación en España y los sueldos estuvieran un poco más compensados podría plantearme volver", precisa.

"ESTANCADA" AL NO PODER DESARROLLAR SU PROFESIÓN EN ESPAÑA

Gemma García (Albacete), de 26 años, lleva tres meses viviendo en Alemania porque se encontraba "estancada" en España al no poder desarrollar su profesión, algo que le generaba "mucha frustración" ya que trabajó en el sector infantil pero en la animación, ocio y tiempo libre.

"Te preparas unas oposiciones, inviertes tiempo y dinero para después, aún sacando buenas notas, no trabajar o trabajar tres días al mes. Hay demasiada gente y demasiada competencia para los puestos o plazas existentes y eso acaba desesperando y desanimando", lamenta en declaraciones a Europa Press.

A pesar de tener hándicaps como el idioma, Gemma se ha adaptado "muy bien desde el primer momento" al 'Kindergarten' (con niños de 3 a 6 años). "A veces te sientes impotente por no poder expresarte en tu lengua materna. Aún así, vas avanzando y notas que hablas mejor", celebra.

La educadora valora de Alemania que nunca se trabaja más de lo establecido por ley y que nunca se tiene que llevar trabajo a casa, ya que todo lo que necesite hacer lo realiza en la escuela en su horario laboral. En relación al salario, apunta que, después de un tiempo, "aumenta y está por encima del salario en España".

APRENDEN SIN USAR LAS TECNOLOGÍAS, "ALGO QUE SÍ OCURRE EN ESPAÑA"

Gemma, que si en algún momento toma la decisión de volver a España será por temas personales porque lo laboral "es mucho mejor" en Alemania, aprecia mucho del sistema alemán la manera que aprenden "sin necesidad de utilizar continuamente las tecnologías, algo que sí ocurre en España".

"De 0 a 6 años aprenden mediante el juego de roles, el trabajo en equipo o la naturaleza y sin necesidad de agobios, porque en Alemania no pasa nada si se tiene que retrasar lo planificado. Se realizan las cosas en función de lo que el alumnado requiera, los propios niños deciden", asegura.

También abandonó España por la "desesperante" situación de las educadoras infantiles Gloria Bretones (Almería), de 32 años, que puso rumbo a Alemania hace ya dos años. "En España sólo puedes ser maestra a través del proceso de oposición y, aún aprobando con buena nota, es muy muy difícil conseguir plaza, además de pedir mil requisitos más como idiomas, tiempo de servicio, máster...", advierte.

Tras prepararse las oposiciones durante más de cinco años y no conseguir un empleo, aceptó que en España "no iba a tener trabajo en un futuro cercano y, probablemente, tampoco lejano", por lo que decidió emigrar a Alemania para dedicarse a lo que realmente le gustaba y para lo que estudió.

Actualmente, Gloria trabaja en un centro público educando a niños de 3 a 6 años: "Mis condiciones son muy buenas, dispongo de autonomía total en el trabajo y libertad para llevar a cabo proyectos de mi elección y a nivel salarial estoy muy contenta".

La maestra percibe que la pedagogía en Alemania es "bastante más innovadora" que en España. "El niño de verdad aprende jugando y aprende a aprender, es mucho más autónomo y tiene más libertad de elección", detalla.

Tampoco se plantea volver, por el momento, a vivir en España. "Para que eso sucediese tendría que cambiar toda la organización de la educación en España, cosa que es muy complicado, y sólo me lo plantearía por estar más cerca de mi familia", asevera.

En la misma línea se pronuncia Paloma Moya, de Sevilla, que actualmente trabaja en un centro concertado que pertenece a la Cruz Roja de Baviera. La educadora lamenta que en las escuelas infantiles de España los trabajos son "precarios": "En muchas ocasiones se trabajan más horas de las que en realidad estás contratada. La picaresca española".

La maestra, que cree que en España el talento "no se aprecia", recalca que la diferencia en los sueldos es "abismal" y asegura que las educadoras, cuando terminan sus estudios, tienen "contrato indefinido y un salario digno".

Para volver a España, Paloma reclama "estabilidad y un salario digno". "No pido ni siquiera el mismo salario que en Alemania, con que diera para poder vivir independientemente sería feliz", comenta.

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