Noticias de Cantabria
Tribunales 16-12-2025 12:15

Reconoce que violó a dos de sus hijas desde que tenían 10 años y acepta 23 de prisión

El hombre acusado de agresión sexual a dos de sus hijas desde que cumplieron diez años ha reconocido este martes los hechos al inicio del juicio contra él, en la Audiencia Provincial de Cantabria, y ha aceptado una condena de 23 años de prisión, dos menos de los que pedían la Fiscalía y la acusación particular, ejercida por las víctimas.

Antes de empezar la vista oral, en la Sección Primera, las partes han llegado a un acuerdo por el que se le rebaja la pena de cárcel, de los 15 años iniciales a 14 años y 3 meses por violar a su hija mayor, y de 10 años a 8 años y 9 meses por tocamientos a la más pequeña, que aún es menor de edad y para la que le priva de la patria potestad durante seis años.

Además, las acusaciones han conformado con la defensa que su cliente indemnice a las víctimas con 30.000 euros, 20.000 para la mayor y 10.000 para la menor, cuantía que reclamaba la fiscal y a la que se ha adherido la letrada de las chicas, que primero interesaba 40.000 euros (25.000 para la mayor y 15.000 para la pequeña).

Además, el enjuiciado no podrá acercarse ni comunicarse con la primera durante 18 años y con la segunda por un periodo de 15, y por ambos delitos continuados de agresión queda inhabilitado para trabajar con menores por 19 años y tres meses, frente a los 30 y 50 que respectivamente pedían el ministerio público y la acusación particular.

Al admitir los hechos y mostrarse conforme con las penas pactadas entre las partes, no se ha celebrado el juicio contra el hombre, que no ha querido ejercer su derecho a la última palabra.

HECHOS

Así, según el relato de hechos aceptado por todos y que se llevará a la sentencia, el hombre agredió sexualmente a dos de sus hijas de forma continuada y prevaliéndose de la relación de parentesco y convivencia con ellas.

En el caso de la mayor, desde que cumplió diez años y hasta que tuvo 18, periodo en el que le realizó tocamientos y, alguna vez, le introdujo también dedos en la vagina.

Cuando la chica se quejaba porque no quería que actuara así, él la "amedrentaba" y en muchas ocasiones le decía que como contara algo "la mataba".

Respecto de la hija más pequeña, los tocamientos se produjeron también desde que tenía diez años y hasta los trece.

Los hechos fueron denunciados cuando la madre y esposa descubrió un día que su hija le decía al padre que le dejara en paz, que parara y que siempre estaba igual. Entonces, las víctimas confesaron a su madre los hechos, admitidos ahora por el padre, que estaba en prisión provisional y que ha sido condenado a un total de 23 años de cárcel.

Sé el primero en comentar